La luna juega a esconderse detrás del vaivén de las ramas
Y yo en pie al cielo pidiendo que mi ser pueda dormir sin tu piel en mis dedos,
Sobra una almohada y no hay mas salida que despertar con tu voz durmiendo en otro lugar,
Pero te sigo queriendo y creo que tu a mi.
No tiene sentido que el día sea para estar contigo y la noche para dormir sin ti,
Cuando se despierta cada poro siente el frio de un nuevo día y las sabanas que somnolientas se niegan a arroparme se quedan esperando que las tiendas.
No tiene sentido que te prometa amor eterno, porque no puedo; pero todos los días antes que el sol se ponga lejos prometo tener horas esperando para verte a cada momento.
La luna juega a esconderse detrás del vaivén de las ramas
Y entonces ni siquiera puedo dormir porque solo esta el mapa de tu desnudez grabado con aerosol, el prisma de un te quiero en mi labio inferior.
Sobra el cansancio porque quisiera saber el peso y el color de tus sueños, saber si este tiempo ha sido suficiente para colocar mi nombre en ellos,
Pero te sigo queriendo y creo que tu a mi.
Mis manos se encojen y mi nombre empieza a elevarse, es plausible que valla contigo de la mano caminando despacio por la vía láctea mirando como se le caen los pedazos al sol.
El subconsciente sabe que estamos en el crepúsculo, que de a pocos la luna de aleja. Mis oídos sienten el retumbar de las manecillas del reloj que me avisa que mi sueño se acabo. Mis sentidos quieren cinco minuticos mas pero me doy cuenta que de nuevo amanecí sin ti, y mis manos solo terminaran de escribir este monologo sin ti.
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